¿Cómo fueron tus inicios en este deporte?
En el Mendoza Tenis Club. Me acuerdo de chico despertarme todos los domingos bien temprano y acompañar a mi papá, que iba a jugar cerca de las 10 de la mañana. Ya a los 8 me dividía entre tenis y fútbol, pero decidí tenis porque sentía que lo jugaba mejor. Que podía llegar a ser deportista y vivir de eso.
¿Seguís entrenando en el mismo lugar? ¿Con quién?
Sí, con Iván Rudich, un entrenador de Buenos Aires que vino para nuestra academia. Estamos hace un año y medio.
¿Podrías describir el tipo de trabajo realizan con Iván? ¿Cómo perfilan metas?
Somos de ir paso a paso. Sabiendo que entrenando fuerte los objetivos llegan solos.
¿En qué aspectos estás conforme con tu juego y cuáles te gustaría corregir?
Mis fortalezas son la solidez en lo mental y lo físico. Creo que puedo mejorar el saque y la derecha. En este tiempo que volví de Europa mejoré mucho lo ofensivo.
Tu revés a dos manos es muy consistente ¿Es tu mejor golpe?
Siento que es el más sólido, no sé si el mejor. Con la derecha lastimo más. Si me dieras a elegir un golpe, me quedaría con la derecha.
¿Cómo definís desde lo que viviste la tan famosa diferencia entre juniors y profesionales?
En juniors la solidez física alcanza porque el juego es bastante irregular. A partir de profesionales el tenis cambia porque todos corren y meten. La inteligencia es lo que marca la diferencia dentro de la cancha.
¿En qué sentido?
El año pasado era un tiro al aire (risas), hacía cualquier cosa por momentos, pero con la ayuda de mi familia, mi entrenador y Tito (Modesto Vázquez) me pude enderezar.
¿Disciplina?
Tenía ideas dando vueltas por la cabeza. No un panorama bien definido. Hoy por hoy sí, gané disciplina.
¿Qué recordás de tus primeros puntos ATP?
Fue normal. Fui a ese torneo (Rosario) gracias a un Wild Card de la AAT. No a buscar el punto sino a jugar. Me tocó un sorteo bueno, pero no sentí ninguna presión extra por ser el más joven en ganarlo, sabiendo que no significaba nada y era el inicio.
Para la gira COSAT obtuviste cinco títulos en singles y terminaste invicto ¿fue un antes y después? ¿Cómo llegaste?
Estaba lleno de incertidumbre al principio. Cuando salí campeón la primera semana ya no quería parar de ganar porque sabía que era algo, no sé si histórico, pero lindo ganar varios torneos seguidos. Cada partido que pasaba quería seguir aumentando la racha y sentirme tranquilo.
¿Influyó entrenar con Simone Bolelli en la pretemporada?
Al llegar estaba un poco asustado, nervioso porque él estuvo 30 del mundo. Es un fenómeno. No lo tenía bien marcado, pero lo sufrí (risas).
Acerca de Europa ¿costó adaptarse a ese tenis?
No conocía muy bien el nivel. El único roce previo había sido el Mundial sub 16 del 2011. No hay ninguno que sea distinto; Son bastante iguales a nosotros. Las primeras rondas son duras. Sudamérica está bien parada a nivel tenístico en hombres.
¿Cuál fue la primera impresión que tuviste en Foligno, donde saliste campeón?
No me conocía nadie y me miraban raro. Creo que al ganarlo ahí, me hice respetar. En esos partidos se jugaba un tenis lindo, muy por abajo.
Nuevamente participaste de la Copa Davis Junior en Barcelona ¿Qué te llevás del Mundial? ¿Se fueron conformes con el resultado final?
Sí. Fui parte del equipo gracias a Dios, y por segunda vez. Arrancamos bien, con grandes actuaciones. Estuvimos muy cerca de pasar a semifinales y luego de esa derrota nos caímos psicológicamente. Nos dolió, pero el equipo respondió e hicimos un buen mundial,
¿Cuál considerás como meta principal para el 2013? ¿Meterse de lleno en sub 18 y recuperar el ranking pro?
Sin dudas que el objetivo son los Grand Slams Juniors y tener 10 puntos ATP. Así como la transición a profesionales también.
Con Nadia Podoroska compartís el privilegio de haber puntuado profesionalmente a los 14 en diferencia de semanas. ¿Sabían de ese logro conjunto?
Sí. Muy contento por eso. Se lo merecía porque hace las cosas bien. No veo femenino, pero a Nadia me divierte verla jugar.
¿Qué te sorprendió de Nadia?
Que fuera argentina con ese tipo de juego de estar pegada a la línea y pegar para todos lados. En Europa no tuvo suerte por una lesión. La vi en momentos difíciles y en las peores condiciones, y aún así confiada de ella misma en que iba a ganar. Como dije, es el futuro del tenis femenino.
¿Lo que más y menos te gusta del tenis?
Lo que más me gusta es competir y jugar día a día. Lo bueno, las revanchas. Lo que menos te diría que perder (risas). Quizá viajar y por ahí perdés un poco de tiempo con tus amigos o en casa.
¿Qué preferís hacer cuando no estás entrenando?
Me encanta el fútbol y salir a bailar. O pasar tiempo con amigos porque cuando estás afuera son muy pocos los que hacés en el circuito.
¿Tus mayores sueños?
Dos. Ganar Roland Garros e integrar un equipo de Copa Davis sería increíble.
¿Cómo financiás tu carrera? ¿Tenés sponsors?
El gobierno de Mendoza me ayuda con los viajes para jugar torneos importantes que hay que salir a jugar. En raquetas, Babolat. Y Lotto, a pesar de no tener contrato, me siguen mandando ropa y me dan todo lo que necesito. Hice dos años seguidos la pretemporada con gente italiana: (Gianluigi) Quinzi y Bolelli.
¿Cuán importante es el respaldo de Mendoza al tenis?
Es amplio, se nota en los resultados. Al equipo sub 14 del Mundial de Republica Checa, fue Manu (Manuel Peña López), que entrena conmigo en la Academia. Hay otros tres chicos mendocinos entre los diez mejores del país en 14. El gobierno apoya a través de la Secretaria de Deporte.
¿A quiénes querés enviar agradecimientos?
A mi coach, el gobierno de Mendoza, y la Secretaría que me ayudan en todo lo que pueden. Y a mi familia que está en todas.
Nota: Sebastían Capristo
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